Es común que, al hablar de Home Office, se deje de lado la importancia que representan las sillas de oficina dentro de esta modalidad de trabajo. Se suele ocupar espacios como: el comedor, la barra de la cocina o incluso la sala de estar, para cumplir con las tareas laborales. Sin embargo, optar por este tipo de asientos puede provocar la presencia de molestias o dolores musculares a nivel de la espalda, hombros o piernas, dado que, no están diseñados para pasar largas jornadas de trabajo.
De allí radica la importancia de incluir en el espacio de trabajo en casa, una silla operativa especialmente para laborar. La cual dispone de los ajustes precisos y permite sentarse con la espalda apoyada cómodamente y recargada en el respaldo para no generar daño alguno.
En esta oportunidad, explicaremos las razones por las cuales incorporar una silla de oficina operativa es la mejor alternativa para encontrar gran confort bajo la modalidad Home Office.
Ergonomía y comodidad
Tener oportunidad de disponer de una silla ergonómica, favorece significativamente nuestra postura, evitando lesiones músculo esqueléticas que terminan afectando el nivel de productividad que tengamos en el trabajo. Se trata de un elemento indispensable que evita, en gran medida, el cansancio que puede generar una mala postura durante la jornada laboral.
Por tanto, elegir la mejor silla es fundamental para conseguir estos beneficios y, es por ello que, se debe conocer la calidad de la misma, su respaldo, la forma ergonómica que ofrece y la existencia o no de soporte lumbar.
¿Qué es una silla operativa?
Es un modelo de silla para oficina que se considera como una opción ideal para crear un área de trabajo eficiente y con todas las comodidades requeridas para cumplir con las actividades de trabajo desde el hogar.
Esta silla se puede encontrar en modelos diseñados con excelente ergonomía, es decir, que cuenta con el soporte óptimo para la espalda, permitiendo conseguir una postura adecuada durante la jornada de trabajo.
Existe la posibilidad de encontrar una silla fabricada en materiales de óptima calidad que garantizan su nivel de resistencia y durabilidad. Son artículos de oficina que se ajustan debidamente a los espacios y ofrecen la comodidad necesaria para pasar largas jornadas en ellas.
¿Qué tipos de sillas de oficina existen?
Es muy amplia la variedad de sillas para oficina que se pueden encontrar disponibles. Estas abarcan desde sillas para salas de reuniones, sillas ejecutivas, sillas de dibujo, entre otras.
Por tanto, es necesario tener presente el uso que se le va a dar a esta silla. Esto quiere decir que, si tenemos que trabajar en escritorios para oficina y hacer uso de un ordenador durante varias horas durante el día, entonces lo ideal sería elegir una silla ergonómica que cuente con un soporte lumbar.
Además, es importante considerar la altura que disponga y que pueda ser regulable, permitiendo así, conseguir una buena postura.
¿Qué tipo de silla es ideal para trabajar en el ordenador?
Indiscutiblemente, la comodidad es un elemento primordial a la hora de elegir una silla operativa. Sobre todo, cuando tenemos que pasar largas horas de trabajo. Se debe tener presente la medida del asiento y la forma que sea curvada hacia abajo.
De esta manera, se puede conseguir una mayor comodidad a nivel de las piernas, logrando así, aliviar la presión e impedir considerablemente el entumecimiento de las piernas, la presión a nivel de los vasos sanguíneos y, evitar en la medida de lo posible llegar a padecer de venas varicosas.
¿Cómo elegir la silla de oficina más adecuada?
Las sillas que se usan para jornadas de trabajo frente a un ordenador, se caracterizan por aspectos definidos que las diferencian de otros modelos que se pueden usar en recepciones u otras áreas de trabajo o estudio, como en el caso de las sillas de visita.
Cuando pensamos en sillas para Home Office, es importante considerar dos aspectos: Uno de ellos, es la postura ideal de trabajo que, en este caso, lo recomendable sería respetar tres ángulos más o menos rectos de 90 grados, que incluye la tibia-muslo, el brazo-antebrazo y el muslo-espalda.
El otro aspecto es la altura de la mesa o escritorio. Este debe quedar a unos 10 o 15 cm aproximadamente, por encima de las piernas. De esta manera, no quedan demasiado encajonadas y, a su vez, no obligan a elevar de forma excesiva los brazos y las manos al momento de realizar las tareas laborales.
Es por esta razón que, se recomienda elegir una silla que pueda regularse, se adapte adecuadamente al cuerpo y a los elementos que hacen parte del área de trabajo, sobre todo del escritorio de oficina.
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